Mi amigo el ApuCuy – Puzzle Infantil

Hace muchos años, por las cordilleras montañosas de América del Sur apareció un roedor pequeño y de aspecto juguetón. Este animal antiguamente era utilizado de ofrenda para los dioses y como principal alimento, como sustento,
para los trabajos de los incas. Su origen proviene de los Andes centrales del Perú.

Muchas tribus aborígenes adoptaron al tierno animalito como mascota y aún hasta hoy algunas personas prefieren a los cuyes porque a pesar de aparentar delicadeza son muy independientes y no requieren gran cuidado.
Apenas nacidos ya tienen todo el cuerpo lleno de pelos y los ojos muy abiertos, y a los pocos días ya comen del plato de la madre.

Cuando se encuentran ante una situación extraña se quedan completamente quietos o pueden salir disparados a gran velocidad, y como sus patas son muy cortas parece que se deslizaran sobre el suelo.
Durante los primeros días pueden mostrarse inquietos, pero esto se les pasa con caricias frecuentes, y cuando tienen hambre o sed, o cuando su espacio está sucio, emiten agudos chillidos que con toda seguridad no pasarán inadvertidos.